
Y dicen que hay un segundo gran amor. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán siempre alcanzar un final feliz, hasta que cierto día dejaréis de intentarlo, os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando.
Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza. Os libraréis de él o de ella y dejaréis de sufrir, pero os aseguro que no pasará ni un día en el que deseéis que estuviera ahí, ni una sola noche sin necesitar otro beso suyo.