Muchas veces no tengo ni idea de lo que quiero. Pero algo tengo claro, el pasado va a quedarse donde debe estar, en el pasado. No podemos pretender vivir en él más tiempo del necesario, porque, ¿sabéis qué pasa entonces? Queremos volver. Y no se puede.
Os felicito el año nuevo con 3 dias de retraso, porque eso es lo que me ha costado darme cuenta de las cosas: 3 días y 22 meses. Ese tiempo para reponerme, para olvidar (supuestamente), para ver que en mi vida necesito a personas que me necesiten a mí, que luchen por mí, y mejor calidad que cantidad.
Lo único que voy a proponerme para el 2015 es saber diferenciar entre el pasado y el presente. Va a ser duro, pero ya es hora.
Chicos, feliz año nuevo, sed vosotros mismos y seréis felices. O eso dicen.