Páginas

lunes, 30 de junio de 2014

Nos dimos cuenta tarde

"Nadie elige de quién enamorarse, aunque yo lo vi y entonces dejé de fijarme en otros. ¿Cómo no iba a terminar queriéndolo? Lo bonito de querer a alguien es que queriendo a esa persona aprendes a quererte a ti mismo. Y con él aprendí a hacerlo a mitad del tercer beso que me daba.

Luego esperé que las cosas durasen más de lo que puede tardar en acostumbrarse uno al paraíso. He odiado las costumbres desde entonces."


miércoles, 25 de junio de 2014

Confesiones nocturnas

Estoy molesta. Solo te pedí una cosa, una sola cosa: cuídate. Y ni siquiera eso pudiste hacer bien.
Fracasé, fracasamos como relación, nos hacíamos daño. Por cada día bueno, venían dos semanas malas.
Pero no, tuviste que ir y emborracharte. Y ahora yo quiero, o necesito, una botella. No dejo de extrañarte, no puedo quitarme tu nombre de la cabeza. Es imposible pensar que ya no estarás, que no volveremos a pasar por estas calles, que tendré que olvidar el camino que me sé de memoria.
Nos hacíamos muchísimo daño, pero aun tomando la decisión correcta, duele. Duele porque desearía estar discutiendo una vez más contigo, antes que sentir tu ausencia.

¿Por qué?

¿Por qué? ¿Quieres saber por qué?
Entra en una cabina bronceadora y fríete durante dos o tres días. Cuando las ampollas de tu piel hayan estallado y te hayas escamado, retuércete en sal gorda y después ponte ropa interior cosida con hilo de cristal y alambre de cuchillas. Vístete con tu ropa habitual, siempre y cuando te quede estrecha.
Fuma pólvora y ve al instituto para brincar entre aros, siéntate y suplica, cumple las órdenes. Escucha los murmullos que se cuelan en tu cabeza por la noche, llamándote fea y gorda y estúpida y puta y zorra y lo peor de todo, "una decepción". Vomitas y te mueres de hambre y te cortas y bebes porque necesitas un anestésico y eso funciona. Durante un rato. Pero entonces el anestésico se convierte en veneno y para entonces ya es demasiado tarde porque ya estás colocada hasta el alma. Te estás pudriendo por dentro pero no puedes parar.
Te miras en un espejo y solo ves un fantasma. Oyes gritar a cada latido de tu corazón y todo-absolutamente-todo está mal.

"¿Por qué?" no es la pregunta correcta.

Pregúntate "¿Por qué no?

viernes, 20 de junio de 2014

Hay demasiado silencio de noche

"Lo peor del amor es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le siguen dos puntos suspensivos" dijo Sabina. Y yo creo que lo peor del amor no es cuando termina, es cuando empieza a romperse. Cuando eres consciente que dentro de poco va a terminar, que todo está cambiando y aún no entiendes el por qué. Lo peor del amor es cuando te das cuenta de que nada es como antes, por mucho que te empeñes, que la cuerda que ataba los dos corazones está rota, o lo que es peor, pende de un hilo que se romperá en cualquier momento.
Y yo os prometo que cierro los ojos y sigo adelante, pero a veces me choco contra mí misma y de eso no me salva nadie. Aún siguen habiendo cosas que me cortan el aliento: algunas heridas. Y la verdad es que construimos entre los dos suficiente distancia, tanta como para enterrarnos muy al fondo. Nadie nos avisó, y no me extraña.

domingo, 15 de junio de 2014

Ven y encuéntrame

"Así terminan todas las historias, con besos sobre el hielo derretido, amores que ayer fueron verdad y hoy se han rendido"

"De puertas para fuera me disfrazo y cuento historias, chistes y tonterías. Por dentro, ya lo ves, tengo mis días, y hoy desperté con un balazo: Volví a soñar que me querías"

"El tiempo lo cura todo, pero yo nunca olvidaré el dolor que me costó sacarte de mis letras. Deseaba que te perdieras y que volvieras a llamarme, que me mataras y volver a buscarte. Tardé más de un año en quitarme del cuerpo el olor de aquellos veranos"

jueves, 5 de junio de 2014

Ya no me creo

Si tuviera que escribirte otra carta te preguntaría qué tal estás con esa nueva novia tuya, si te trata bien, si eres feliz, si merece la pena hacer el amor con ella. Después te diría un montón de mentiras, como que me alegro de que os vaya bien. Y luego empezaría a contarte que es agradable saber que le importo a alguien. Seguiría diciéndote que este curso no me ha ido tan mal, y que cada día se nota más que soy de letras. Terminaría mandándote un beso, te escribiría "a ver si nos vemos" y sé que no me contestarías. Por eso no te escribo ninguna carta.

"Yo, como tú, he intentado con todas mis fuerzas combatir el olvido. Como tú, he querido tener una memoria pésima, una memoria de sombras y de piedra. He luchado todos los días, con todas mis fuerzas, contra el horror de no comprender del todo el por qué del recordar"