Páginas

domingo, 28 de diciembre de 2014

A ti. Que aún puedes decidir marcharte

He encontrado algo que dice exactamente lo que siento pero que yo nunca hubiese podido escribir. Y ahora que está acabando el año, te lo dedico a ti, que aún puedes decidir marcharte en el 2015.
"Voy a serte sincera, alguien podrá quererte mejor que yo. Alguien podrá ofrecerte otra vida, más estable, más bonita, más atardeceres en la playa que tormentas en mitad de la ciudad. No voy a engañarte, si te quedas, posiblemente quieras irte muchas veces. A veces no estarás contento, a veces no sabré hacerte sonreír. Muy posiblemente, a veces ni siquiera tenga ganas de mirarte, ni de hacerte el amor, ni de escuchar qué tal tu día. Joder, si lo pienso, ¿qué razones tienes para quedarte conmigo? Parece tan difícil, tan cuesta arriba. Pero, ¿qué quieres que te diga?, me imagino sin ti y me doy miedo. Me aterroriza. Suena egoísta retener a alguien a tu lado porque sabes que sin él tu vida será un sitio horrible. Te quiero porque tú haces que yo no sea cualquiera. Haces que sea esa que está contigo, esa que parece haber alcanzado la gloria y que vuelve para contarlo. Y sí, te lo aseguro, que alguien podrá quererte mejor que yo, pero no más." 
Sergio Carrión 

viernes, 19 de diciembre de 2014

A veces te miro, echo la vista atrás y te busco

"Pero ya no te quiero tanto como cuando éramos posibles. Voy a ser egoísta: me quiero más a mí misma, y mi felicidad es más importante que la necesidad de que vuelvas. Hay cosas, incluso personas, que se van para no volver nunca. Tú te fuiste. <Nunca> es demasiado tiempo.
Me he dado cuenta tarde de que dos no pueden amarse con el pretexto de salvarse del mundo. Amar así es un barco intentando navegar en medio de la tormenta perfecta. ¿Puedes imaginártelo? Nosotros nos quisimos de esa forma, tratando de hacerlo bien, sin saber que cuando personas tristes se juntan, a ninguna de ellas se les ocurre escribir un final feliz para su historia. Te hará feliz otra, en otro sitio, quizá mañana. Si me permites un consejo: no tengas prisa. Es una pérdida de tiempo buscar, y olvidamos que además debemos dejar que nos encuentren. Yo buscaba y tú me encontraste. Fuimos valientes, o gilipollas.
Y algunos días, como hoy, vuelvo a sentir tu frío. <Nunca> es demasiado tiempo"

martes, 9 de diciembre de 2014

Ahora recuerdo casi todo el tiempo

"-Si me quisieras, -me dijiste- no te importaría verme feliz con alguien, aunque ese alguien no fueses tú, sino otra.
-Entonces no te quiero, te necesito.
-¿Y qué hay de bonito en eso? Las necesidades son enfermizas, traicioneras. Yo no quiero que me amen de esa forma. No quiero, cuando me vaya, ser la causa de un dolor inexplicable.
Y tenía tanta razón, que nunca quise dársela. Reconocérselo. Que yo lo necesitaba antes de preguntarme si le quería. Yo tenía un vacío, y ese vacío le llamaba. Si las noches se me hacían largas, jamás creo que supiera que era porque yo alargaba los minutos y nos metía a los dos en esos instantes, y me imaginaba un mundo a su lado. Hacía frío y mi cuerpo le buscaba. Yo no imaginaba que existiese otro calor que aquel que pudiese darme él, acercándose tanto a mí, que entre su piel y la mía no hubiese espacio para el invierno. ¿No hay amor en eso? Solo necesidad, me dijo. A lo mejor no sé querer sin compartir, sin ser yo el epicentro del deseo de alguien. A lo mejor la soledad me ha vuelto egoísta y no sé tener las cosas a medias. Lo quería para mí pensando que no existiría otra que pudiese mirarlo a los ojos y encontrar allí un precioso infinito. ¿Cómo no necesitarle? No se me ocurre mirarlo de esa forma y soportar que quiera irse.
Yo podría ser un desierto, por supuesto. Un desierto donde no está su calor, y donde entre su piel y la mía hay suficiente espacio para que quepa el peor de los inviernos."

Sergio Carrión