Nos quedó irnos de viaje, compartir locuras nuevas, nos quedó aquel tatuaje de tus manos en mis piernas. Nos faltaron desayunos, y caricias en la mesa. Te faltó mirarme a solas y pedirme que volviera. No te pude retener entre tanta multitud, tu cuerpo quería más vivir, y yo vivir en ti, sin más.
Nos quedó un par de canciones que bailar sin más vergüenza, nos sobraban tentaciones y dejarnos de apariencias. Nos faltaba el compromiso, nos quemaba la impaciencia de buscarnos sin permiso. No te pude retener entre tanta multitud, tu cuerpo quería más vivir, y yo vivir en ti, sin más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario