Páginas

martes, 24 de noviembre de 2015

Venía de visita y me quedé

Cuando uno se marcha, se da cuenta de que hogar no es dónde vives ni a dónde vas. Llevamos la casa a cuestas, y a veces son tan empinadas y estrechas que la abandonamos a mitad de camino. Por eso, cuando nos perdemos a nosotros mismos, cuesta tanto sentirnos a salvo.
Ni todos los lugares de los que uno se va se pausan, ni todas las personas que uno abandona se quedan.

Pero a ti podría decirte que si algún día me abandonas, me colocaré delante, justo en ese preciso lugar que no te permita nunca mirar hacia atrás con pena.
A ti podría decirte que cuando no tengas un sitio al que volver, pienses que tienes abierto todos mis huecos.
A ti podría decirte que si un día te sientes perdido dentro de ti mismo, daré con la solución a tu laberinto, abriéndome el pecho y poniéndome delante, justo en ese lugar en el que hablo tanto de ti que no te costará ningún esfuerzo reconocerte y volver a encontrarte.
A ti podría decirte que para mí, cualquier lugar es mi casa si eres quien abre la puerta.

Elvira Sastre

martes, 10 de noviembre de 2015

Estoy aquí, pero aún no sé para qué

Hace tiempo que no estoy en paz con el mundo. Siempre tengo esas horribles ganas de cambiarlo todo, de probar cosas distintas, de no ser yo misma por si así consigo ser feliz. Es todo tan complicado últimamente. Todo lo que he querido ha terminado por romperse. Todo.
Quisiera volver. Caminar de nuevo por las mismas calles, tomar otros caminos, mirar hacia lugares distintos.
No quiero saber qué vendrá mañana, porque estoy segura de que mañana será hoy pero otro día.
¿Cómo se sale de aquí? ¿En qué momento alguien toca fondo y es de verdad? No sé. ¿Cuándo coño dejaremos de tener miedo?
Sé que las cosas están saliendo mal, pero definitivamente podríamos compartir nuestros desastres. ¿No sería mucho más bonito?