Páginas

sábado, 5 de octubre de 2013

Esto también es real

Tanto tiempo queriendo olvidar, pensando que era lo que necesitaba, y ahora me doy cuenta de que, en realidad, lo único que necesitaba era acordarme de alguien que no me hiciese daño recordar. Y ahora no hay suficientes ojos bonitos en el mundo para olvidar que, los tuyos, tus ojos, son los únicos que han sabido quedarse en mis cicatrices el tiempo suficiente como para ver más allá de lo que yo nunca supe enseñarle a nadie. No llamaste a la puerta, entraste directamente y te sentaste a mi lado. Me salvaste más de lo que nadie, jamás, me había salvado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario