No lo sé. No sé qué pudimos haber sido. Y ahora, la verdad, no me importa. Me importó en su momento, y esa idea rondó por mi cabeza hasta que la imagen de ti se difuminó y se perdió entre mis recuerdos.
Pero alguien ocupó tu lugar. No tiene por qué ser una pareja, tal vez fue una amiga, un amigo, un familiar, algo que hacer... Pero también tengo que decir, a quien me dejó marchar, que es una decisión con la que tendrás que cargar el resto de tus días. Que puedo prometerte que jamás encontrarás a alguien como yo. Que nadie te volverá a mirar con los mismos ojos, ni te sonreirá de la misma manera. Que nadie volverá a hacerte reír del mismo modo, ni a hacerte llorar. Y tal vez, en algún momento, cuando creas que me olvidaste, alguien pasará a tu lado con mi perfume y durante unos segundos volverás a pensar en mí. ¿Sabes qué creo? Que un día cualquiera, una mañana cualquiera, te despertarás con alguien a tu lado y te darás cuenta de que me echas de menos.
Hay historias que nunca acaban, pero, del mismo modo, hay otras que nunca llegaron a empezar. Te deseo lo mejor, a ti, y a quien me dejó marchar, por hacerme libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario