A veces, ciertas personas tienen licencia para dolerte por dentro, para acariciarte el alma. A veces, te bajan la sábana sin pedirte permiso, sin saber hasta dónde o hasta cuándo. A veces te escuecen dentro, y otras veces, se convierten en magia. Porque hay quien sabe ser magia, aunque nunca llegue a saberlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario