Creer en el destino es bonito, pero a veces es inevitable pensar que somos unos cobardes por no atrevernos a hacer nada con la excusa de "Bueno, tiempo al tiempo, si tiene que pasar algo, pasará". ¿Y si no? ¿Y si ocurren mil cosas que se interponen? Por ejemplo, la vida. La vida siempre pasa (y pesa) y con ella el tiempo, que a veces parece volar. Ante esto solo me queda recordar:
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