¿Te decepcioné? No. ¿Acaso me rendí? No.
Así que dime, ¿de qué se trata esta vez? ¿No es suficiente? Está bien, todo
está bien conmigo, estaré bien, no me importa. Solías levantarme como algo que
flota. Y lo he estado pensando, y solíamos funcionar muy bien juntos. Pero me
siento triste cuando soy tan fuerte por mí misma, tan fuerte sin ti. Y las
palabras que dices para lograr lo que quieres no son suficientes. Tienes que
darme algo, y entonces lo creeré.
jueves, 31 de enero de 2013
miércoles, 30 de enero de 2013
martes, 29 de enero de 2013
Lo que te doy es todo lo que sé, es todo lo que soy
Si algún día te entran ganas de llorar, llámame, prometo hacerte reír. Si algún día decides huir, llámame, no te pediré que te detengas, pero sí puedo ir contigo. Si un día tienes unas ganas locas de no escuchar a nadie, llámame, prometo no hablar mucho. Pero si algún día me llamas y no respondo, ven a por mí, ese día yo te necesitaré a ti.
lunes, 28 de enero de 2013
Tienes miedo

Él nunca estuvo en mi vocabulario, hasta que un día se convirtió en la única palabra que conozco
Hay quienes dicen que la primera frase de una historia tiene que ser perfecta, y que el resto sale luego por sí solo. La verdad es que esta historia empieza así, y todavía no tiene final.
Una mañana de verano estaba ella tomando el sol en la piscina cuando le llegó un WhatsApp: "¿Nos vemos esta tarde?" Inevitablemente le salió una sonrisa y escribió: "Claro, a las cinco llama a mi casa, y vamos a la piscina" Dejó el móvil y siguió tomando el sol, pensando en él, como de costumbre.
Al rato, ya no tenía nada que hacer allí, así que volvió a su casa y empezó a comer. Todo estaba inmerso en un silencio porque sus padres habían ido a pasar el día a la playa. Puso música y siguió comiendo. Al terminar subió a su cuarto y se echó en la cama. Ese día se había levantado sin ganas de nada, y él supo exactamente cómo animarla. Siguió pensando y se quedó dormida.
Cuarenta y cinco minutos después la despertó su móvil sonando, lo cogió y era su madre, preguntándole qué tal estaba. Al colgar, miró la hora, las cuatro y veinticinco, y bajó al salón.
A las cinco y cinco sonó el timbre, abrió la puerta y ahí estaba él, con su sonrisa, la sonrisa que a ella le volvía loca.
-Ven, pasa - dijo, dándole dos besos en las mejillas.
-Pero... - comenzó a decir él.
-No te preocupes, no hay nadie - siguió ella, tranquilizándole.
-Está bien... ¿qué pasa?
-Tengo otros planes - apuntó, sonriéndole e indicándole que pasara al patio.
Sobre la mesa del patio había una tarrina de helado con dos cucharas, globos de agua y crema de sol.
-¿Qué es todo esto? ¿Al final no vamos a la piscina? - comentó, extrañado.
-Aquí tenemos nuestra propia piscina - dijo ella, sentándose en la silla.
Él sonrió y se sentó, dejando las cosas en el suelo. Entonces ella se volvió a levantar y fue hacia la manguera con un globo de agua, lo llenó y se acercó con una sonrisa pícara, revelando sus intenciones. Se colocó de pie frente a él.
-No eres capaz - sonrió. Pero al terminar de decirlo ya estaba empapado. La miró con una mezcla de pasión y deseo. Sus ojos hablaban por él, y ella jamás había conocido a nadie que pudiera expresar tanto con tan solo una mirada.
Iba a empezar a correr por el patio cuando él la agarró por el brazo. La rodeó por la cintura y la llevó hacia la pila de agua, abrió el grifo y cogió la manguera. Y antes de que la mojara ella se dio la vuelta, poniendo su cara frente a la de él y sonrió.
-Si no te quitas la camiseta - dijo colocando las manos en el borde de su camiseta - vas a mojarte más - y comenzó a quitársela.
Él no puso resistencia, se quedó quieto, mirándola. Cuando se la quitó, la arrojó a la tumbona que tenía cerca, y siguieron así, uno frente a otro, tan cerca que compartían el mismo aire, que él inhalaba el que ella expulsaba, y viceversa. En ese punto no sabían qué hacer, pero había que hacer algo. Ellos nunca habían sido nada, pero siempre hubo algo, y ese fue el primer momento en el que los dos se dieron cuenta, y ya era absurdo seguir negándolo.
Una mañana de verano estaba ella tomando el sol en la piscina cuando le llegó un WhatsApp: "¿Nos vemos esta tarde?" Inevitablemente le salió una sonrisa y escribió: "Claro, a las cinco llama a mi casa, y vamos a la piscina" Dejó el móvil y siguió tomando el sol, pensando en él, como de costumbre.
Al rato, ya no tenía nada que hacer allí, así que volvió a su casa y empezó a comer. Todo estaba inmerso en un silencio porque sus padres habían ido a pasar el día a la playa. Puso música y siguió comiendo. Al terminar subió a su cuarto y se echó en la cama. Ese día se había levantado sin ganas de nada, y él supo exactamente cómo animarla. Siguió pensando y se quedó dormida.
Cuarenta y cinco minutos después la despertó su móvil sonando, lo cogió y era su madre, preguntándole qué tal estaba. Al colgar, miró la hora, las cuatro y veinticinco, y bajó al salón.
A las cinco y cinco sonó el timbre, abrió la puerta y ahí estaba él, con su sonrisa, la sonrisa que a ella le volvía loca.
-Ven, pasa - dijo, dándole dos besos en las mejillas.
-Pero... - comenzó a decir él.
-No te preocupes, no hay nadie - siguió ella, tranquilizándole.
-Está bien... ¿qué pasa?
-Tengo otros planes - apuntó, sonriéndole e indicándole que pasara al patio.
Sobre la mesa del patio había una tarrina de helado con dos cucharas, globos de agua y crema de sol.
-¿Qué es todo esto? ¿Al final no vamos a la piscina? - comentó, extrañado.
-Aquí tenemos nuestra propia piscina - dijo ella, sentándose en la silla.
Él sonrió y se sentó, dejando las cosas en el suelo. Entonces ella se volvió a levantar y fue hacia la manguera con un globo de agua, lo llenó y se acercó con una sonrisa pícara, revelando sus intenciones. Se colocó de pie frente a él.
-No eres capaz - sonrió. Pero al terminar de decirlo ya estaba empapado. La miró con una mezcla de pasión y deseo. Sus ojos hablaban por él, y ella jamás había conocido a nadie que pudiera expresar tanto con tan solo una mirada.
Iba a empezar a correr por el patio cuando él la agarró por el brazo. La rodeó por la cintura y la llevó hacia la pila de agua, abrió el grifo y cogió la manguera. Y antes de que la mojara ella se dio la vuelta, poniendo su cara frente a la de él y sonrió.
-Si no te quitas la camiseta - dijo colocando las manos en el borde de su camiseta - vas a mojarte más - y comenzó a quitársela.
Él no puso resistencia, se quedó quieto, mirándola. Cuando se la quitó, la arrojó a la tumbona que tenía cerca, y siguieron así, uno frente a otro, tan cerca que compartían el mismo aire, que él inhalaba el que ella expulsaba, y viceversa. En ese punto no sabían qué hacer, pero había que hacer algo. Ellos nunca habían sido nada, pero siempre hubo algo, y ese fue el primer momento en el que los dos se dieron cuenta, y ya era absurdo seguir negándolo.
domingo, 27 de enero de 2013
Mil soles espléndidos
-Dame un cigarrillo.
Él negó con la cabeza y cruzó los brazos. Era una pose más de su nuevo repertorio: espalda contra la pared, brazos cruzados, y cigarrillo colgando de la comisura de la boca.
-¿Por qué no?
-Es malo para ti - dijo él.
-¿Y para ti no?
-Lo hago por las chicas.
-¿Qué chicas?
Él sonrió con aires de suficiencia.
-Les parece atractivo.
-Pues no lo es.
-¿No resulto atractivo?
-Pareces un imbécil.
-Me ofendes - dijo él.
-¿Y qué chicas son esas?
-Estás celosa.
-Solo siento una curiosidad indiferente.
-Eso es una contradicción - dio una calada al cigarrillo y entornó los ojos al soltar el humo. Entonces observó que ella llevaba el pelo más largo - Te queda bien - comentó.
-Has cambiado de tema - apuntó ella, esperando no haberse sonrojado.
-¿Qué tema?
-El de las chicas con cabeza de chorlito que te consideran atractivo.
-Tú ya lo sabes.
-¿Qué es lo que sé?
sábado, 26 de enero de 2013
Piénsalo
Mi mejor amigo me dio el mejor consejo. Me dijo: "cada día es un regalo, y no un derecho, no dejes fichas sin mover, deja tus miedos atrás, e intenta tomar el camino menos recorrido. Ese primer paso que tomas es el paso más largo"
Si hoy fuera tu último día, y mañana fuera demasiado tarde, ¿podrías decir adiós al ayer? ¿vivirías cada momento como el último? ¿dejando las fotos viejas en el pasado? ¿dando cada centavo que tienes? Si hoy fuera tu último día...
Ir al grano debería ser una forma de vida. Lo que vale la pena del premio siempre es la lucha. Cada segundo cuenta, porque no hay un segundo intento, entonces vive como si no fueras a vivir dos veces. No tomes el camino fácil.
Si hoy fuera tu último día, y mañana fuera demasiado tarde, ¿podrías decir adiós al ayer? ¿vivirías cada momento como el último? ¿dejando las fotos viejas en el pasado? ¿dando cada centavo que tienes? ¿llamarías a esos amigos que no ves nunca? ¿revivirías viejos recuerdos? ¿perdonarías a tus enemigos? ¿encontrarías a la persona con la que sueñas? ¿jurarías que finalmente te enamorarás? Si hoy fuera tu último día... ¿dejarías tu marca reparando un corazón roto?
Sabes que nunca es demasiado tarde para apuntar a las estrellas, a pesar de quien seas. Entonces haz lo que tengas que hacer, porque no puedes retroceder ni un momento en esta vida. Que nada se interponga en tu camino, porque las manos del tiempo nunca están de tu lado.
Si hoy fuera tu último día, y mañana fuera demasiado tarde, ¿podrías decir adiós al ayer? ¿vivirías cada momento como el último? ¿dejando las fotos viejas en el pasado? ¿dando cada centavo que tienes? ¿llamarías a esos amigos que no ves nunca? ¿revivirías viejos recuerdos? ¿perdonarías a tus enemigos? ¿encontrarías a la persona con la que sueñas? ¿jurarías que finalmente te enamorarás? Si hoy fuera tu último día...
viernes, 25 de enero de 2013
jueves, 24 de enero de 2013
Y qué fácil parece a veces enamorarse
No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza
por eso de que sus caderas...ya sé de sobra que tiene esa sonrisa, y esas
maneras, y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da. Pero además la he visto seria, ser ella misma, y
en serio que eso no se puede escribir en un poema.
Por eso, eso que me cuentas de que mírala cómo bebe las cervezas, y cómo se revuelve sobre las baldosas, y qué fácil parece a veces enamorarse. Todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción...
Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.
Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente para decirte “venga, demos una vuelta y me lo cuentas”
No sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece, luego te abrace, y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.
Así que supondrás que yo soy el primero que entiende que pierdas la cabeza por sus piernas, y el sentido por sus palabras, y los huevos por un mínimo roce de mejilla.
Que las suspicacias, los disimulos cuando su culo pasa, las incomodidades de orgullo que pueda provocarte son algo con lo que ya cuento.
Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada, que hace tiempo que escribo los míos. Que yo también la veo, que cuando ella cruza por debajo del cielo, solo el tonto mira al cielo. Que sé cómo agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior.
Que conozco su voz en formato susurro, y en formato gemido, y en formato secreto.
Que me sé sus cicatrices y el sitio que le tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, y me sé lo de sus rodillas, y la forma que roza las cuerdas de una guitarra.
Que yo también he memorizado su número de teléfono, pero también el número de sus escalones, y el número de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías.
Que no solo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores, y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna, y mira que hay tontos enamorados en este mundo.
Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella, rendida a ese puto milagro que supone que exista.
Que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos, y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que le puso el camino, y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana, no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.
Que lo de "mira sí, un polvo es un polvo", y eso del tesoro pintado de rojo sobre sus uñas, y solo los sueños pueden posarse sobre las cinco letras de su nombre.
Que te entiendo, que yo escribo sobre lo mismo, sobre la misma. Que razones tenemos todos, pero yo muchas más que vosotros.
Por eso, eso que me cuentas de que mírala cómo bebe las cervezas, y cómo se revuelve sobre las baldosas, y qué fácil parece a veces enamorarse. Todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción...
Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.
Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente para decirte “venga, demos una vuelta y me lo cuentas”
No sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece, luego te abrace, y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.
Así que supondrás que yo soy el primero que entiende que pierdas la cabeza por sus piernas, y el sentido por sus palabras, y los huevos por un mínimo roce de mejilla.
Que las suspicacias, los disimulos cuando su culo pasa, las incomodidades de orgullo que pueda provocarte son algo con lo que ya cuento.
Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada, que hace tiempo que escribo los míos. Que yo también la veo, que cuando ella cruza por debajo del cielo, solo el tonto mira al cielo. Que sé cómo agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior.
Que conozco su voz en formato susurro, y en formato gemido, y en formato secreto.
Que me sé sus cicatrices y el sitio que le tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, y me sé lo de sus rodillas, y la forma que roza las cuerdas de una guitarra.
Que yo también he memorizado su número de teléfono, pero también el número de sus escalones, y el número de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías.
Que no solo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores, y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna, y mira que hay tontos enamorados en este mundo.
Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella, rendida a ese puto milagro que supone que exista.
Que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos, y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que le puso el camino, y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana, no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.
Que lo de "mira sí, un polvo es un polvo", y eso del tesoro pintado de rojo sobre sus uñas, y solo los sueños pueden posarse sobre las cinco letras de su nombre.
Que te entiendo, que yo escribo sobre lo mismo, sobre la misma. Que razones tenemos todos, pero yo muchas más que vosotros.
Co-razones
Carlos Salem
Ya que tienes un cerebro, llénalo con algo valioso
"Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo"
miércoles, 23 de enero de 2013
Estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar
Muere lentamente quien se transforma en esclavo
del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo
y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.
Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las "íes"
a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos
y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce
o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitamos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo
y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.
Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las "íes"
a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos
y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce
o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitamos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Pablo Neruda
domingo, 20 de enero de 2013
Aunque la justicia tarda, siempre llega
Gracias
a todos aquellos que una vez dijeron que yo era fundamental en sus vidas y
acabaron echándome de ellas. Gracias a aquellos que una vez dijeron que
estarían a mi lado siempre, y a la primera barrera me abandonaron. Gracias a
aquellos que dijeron que “sin ti no hay mí”, y ahora andan por ahí felizmente
con sus “mí”. Gracias a todos aquellos que llevan toda la vida a mi lado y
todavía no tienen la más remota idea de qué tipo de persona soy. Gracias a todas esas
personas que no se ponen en mi lugar, que no me entienden, o no quieren
hacerlo. A todas esas personas que me han abandonado ahora, cuando más les
necesitaba, cuando yo aún, estoy para ellos, a pesar de todo. A todos esos,
los que ya no me acompañan, los que pensé que siempre estarían, les doy las
gracias por hacerme aprender de los errores.
martes, 15 de enero de 2013
"Burgueses y Proletarios"
Toda la historia de la sociedad humana, hasta el día de hoy, es una historia de lucha de clases. Libres y esclavos, en unas palabras: OPRESORES Y OPRIMIDOS, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de toda la sociedad.
miércoles, 9 de enero de 2013
Si alguien quiere, tiene tiempo para ti
Voy a empezar a pasar de las personas que pasan de mí. Dejaré de hablar con aquellos que no quieren hablar conmigo. Si alguien quiere llamarme, me llamará. Si alguien quiere hablarme, me hablará. Si alguien quiere verme, me verá. Yo ya he puesto mucho de mi parte, me he preocupado por personas que no se merecían ni uno solo de mis pensamientos, he hecho demasiado por "amigos" a los que me he dado cuenta de que les importo muy poco. Así que como me dijo alguien una vez, van a dejar de importarme las cosas a las que yo no les importo.
martes, 8 de enero de 2013
CONTIGO
Cada uno de mis abrazos, mis caricias, mis besos hubieran sido tuyos. Cada mirada, cada sonrisa, cada pensamiento, hubiera sido para ti. Incluso si me lo hubieras pedido, te habría llevado al fin del mundo.
lunes, 7 de enero de 2013
Tan sencillo como eso
-Me gustaría saber algo. Cuando pasabas el día conmigo, y después te preguntaban cómo te lo habías pasado, ¿qué decías?
-Sonreía.
Y así es
-Te quiero, ¿tan difícil es de entender? Nunca había sido tan feliz, nadie me ha provocado antes esta felicidad. Podrías tener todo lo que quisieras, pero tienes un gran problema, te conformas con poco, no quieres cambios, piensas que es malo, pero no entiendes que los cambios pueden convertirte en alguien mejor, en alguien más feliz.
Una en un millón

Sí, tú. Deja de estar triste contigo misma, eres perfecta. Deja de desear ser como alguien, y deja de desear que las personas te quieran tanto como tú a ellas. Deja de intentar llamar la atención haciéndote daño. Deja de odiar tu cuerpo, tu cara, tu personalidad; solo ámalos, ya que sin esas cosas tú no serias tú. ¿Y por qué deberías ser alguien más? Sé fiel a lo que eres. Sonríe, que tu felicidad no dependa de nadie más que de ti. Quiérete, tienes que ser feliz por eso. Ama tus defectos, tus imperfecciones, porque esas cosas son las que te hacen especial.
sábado, 5 de enero de 2013
Todas las ideas son reversibles
-Odio hablar bien de mí, toda esa pose de "prometo ser maravillosa" no me sale.
-¿Por qué estás sola?
-Cuando salgo con alguien por primera vez, lo que hago es enumerarle todas las razones por las que seguramente me va a dejar. Prefiero el fracaso prematuro, decepciono de antemano y me ahorro reproches.
-A ver, tengamos nuestra primera cita. Decepcioname a lo grande, y no seas tímida.
-¿Quieres que te dé los motivos para que no te enamores de mí?
-Adelante.
-No soy perfecta, tengo cierto sentido trágico de la existencia que siempre me hace pensar lo peor de todo en cualquier situación.
-¿Nunca has pensado que los motivos para espantar a los hombres, también podrían llegar a ser las razones para que se enamoren de ti?
-¿Por qué estás sola?
-Cuando salgo con alguien por primera vez, lo que hago es enumerarle todas las razones por las que seguramente me va a dejar. Prefiero el fracaso prematuro, decepciono de antemano y me ahorro reproches.
-A ver, tengamos nuestra primera cita. Decepcioname a lo grande, y no seas tímida.
-¿Quieres que te dé los motivos para que no te enamores de mí?
-Adelante.
-No soy perfecta, tengo cierto sentido trágico de la existencia que siempre me hace pensar lo peor de todo en cualquier situación.
-¿Nunca has pensado que los motivos para espantar a los hombres, también podrían llegar a ser las razones para que se enamoren de ti?
La gente llama a estas cosas defectos, pero no lo son, son lo mejor
-He conocido a una chica perfecta, es bonita, lista,
divertida.
-Pues llámala para quedar.
-Pues llámala para quedar.
-¿Para qué? ¿Para que me de cuenta de que no es tan lista y es
aburrida? No, esa chica es perfecta ahora, no quiero estropearlo.
-Quizás lo que te preocupa es que tú dejes de ser perfecto.
Te has montado una filosofía perfecta. De ese modo podrás pasarte toda tu vida
sin conocer a nadie de verdad. Nosotros escogemos a quien dejamos entrar en
nuestro mundo, no eres perfecto, y la chica que has conocido tampoco lo es,
aquí lo único que importa es si sois perfectos el uno para el otro, esa es la
clave, la intimidad se basa en eso. Puedes saber un montón de cosas, pero no
podrás averiguarlo si no le das una oportunidad.
viernes, 4 de enero de 2013
Who you are

Miro fijamente mi reflejo en el espejo... ¿por qué me estoy haciendo esto? Estoy perdiendo la cabeza por un pequeño error, estuve a punto de dejar a mi verdadero yo en el estante. No pierdas quien eres en la confusión de las estrellas. Ver es engañoso, soñar es creer, está bien no estar bien.
A veces es difícil seguir a tu corazón, llorar no significa que has perdido, todos tenemos moretones, simplemente sé fiel a lo que eres.
Mirándome al espejo... ¿me veo perfecta? Olvidé lo que tengo que hacer para encajar, cuanto más lo intento menos lo consigo, porque todo en mi interior grita "no, no, no, no".
A veces es difícil seguir a tu corazón, llorar no significa que has perdido, todos tenemos moretones, no hay nada malo en ser como eres.
No más egos, muestras falsas de cariño, solo vete y déjame sola. Una verdadera conversación, una vida verdadera, amor del bueno, buenas noches...con una sonrisa. ESA SOY YO
jueves, 3 de enero de 2013
El principio del fin
-Pues eso, que a
lo mejor las cosas, tarde o temprano, se acaban.
-Las cosas no se
acaban si uno no quiere. ¿Sabes qué pasa? Que eres un puto egoísta. Lo quieres
todo. En la vida se cede. Hay que ceder cojones. No se puede tener todo. No se
puede tener a una chica maravillosa en casa y querer tirarse a otra. Tienes que
elegir, tío. Como en los libros de “escoge tu propia aventura”
-No me jodas. En
esos libros todos hacíamos trampas. Mirábamos adónde nos llevaba una elección y
luego mirábamos la contraria para ver cuál era la buena.
-Eso es porque tú
eras un tramposo. Aquí no hay vuelta atrás, ya has elegido.
-Es que yo…joder,
lo quiero todo. ¿Eso es tan malo?
-No, malo no, es
normal. Pero pregúntate: ¿por qué lo quieres todo?
-No sé, tengo
miedo a no volver a sentir nunca más esto. Aún podría enamorarme más veces…
-¿Pero qué miedo
tienes? Hay gente que no tiene la suerte de vivirlo en toda su vida.
-No sé, es como
en las fiestas. Cuando llegas hay mil oportunidades, pero luego va pasando el
rato, bailas, cruzas miradas…y de repente llega el último baile. Y ahora tengo
la sensación de que ella y yo estamos bailando ese último baile, y que la
fiesta ya pasó, y yo quiero más fiesta.
-A ti lo que te
pasa es que, además de ser un imbécil, eres un egoísta y un gilipollas. No
sabes apreciar lo que tienes. Cuando no la tenías era increíble, pero ahora que
la tienes, ahora que es lo normal, ahora que te quiere, ya no sabes apreciarla.
miércoles, 2 de enero de 2013
Lo importante es intentarlo
-Creo que tendría que hablar con ella.
-Tú siempre igual, ese miedo que tienes no es normal. ¿Qué es lo peor que puede pasarte?
-Que me rechace, no podría soportarlo.
-Hay muchos peces en el mar.
-Sí, pero escasean las sirenas.
-Pues tal y como yo lo veo, solo tienes dos opciones: o te olvidas de ella o te tiras al mar...de cabeza.
-¿Aunque pierda la cabeza?
-Aunque pierdas la cabeza.
Y tú... ¿eres libre?
Todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan.
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