Recuerdo que alguien me dijo que debería tener cuidado cuando se trata de amor, y lo hice. Tú eras fuerte, yo no, mi ilusión, mi error. No tuve cuidado, lo olvidé. Y ahora, cuando todo está hecho no hay nada que decir, te has marchado sin ningún esfuerzo. Has ganado, ya puedes ir y contarles todo lo que me has hecho, grítalo desde los tejados, escríbelo en el cielo, que todo lo que tuvimos ya se ha ido. Diles que fui feliz, y que ahora mi corazón está roto, todas mis cicatrices están abiertas. Diles que todo lo que yo esperaba fue imposible.
Dejar de amar es difícil, pero la caída por una traición es peor, la confianza rota y también los corazones, lo sé. Pienso que todo lo que necesitas es construir fe en el amor y en las palabras, y las promesas vacías desaparecerían. Y ahora, cuando todo está hecho no hay nada que decir, y si te sientes bien avergonzándome, puedes ir por ti mismo y contarles todo, todo lo orgulloso que te has sentido tratándome así.
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