Por eso te escribo todos los días, desde lejos, pero sintiéndote cerca

Y aquí estoy, sigo con mis textos, sigo con tu recuerdo en mi cabeza, y ya no sé qué hacer para olvidarte, para olvidar lo que éramos.

Estoy harta de gente que parece que tienen vacío el cerebro, de personas que se dejan guiar por otros, sin personalidad. ¿Tanto cuesta tener una conversación con alguien inteligente? Parece que sí, y yo ya estoy cansada de encontrarme con gente vacía que no me aportan nada, quiero conocer a alguien al que darle todo lo que llevo guardado. Alguien que cambie mi mundo, alguien con quien poder conversar de cualquier cosa, que me escuche y yo adore sus historias, alguien que me lleve a su casa para conocer a sus padres, y no su habitación. Alguien a quien mostrarme tal y como soy, que sepa que adoro los libros, las películas y las cosas que parecen insignificantes, pero que a mí me encantan. Alguien que ame lo que yo odio de mí misma.

Todos a mi alrededor conocen a personas especiales o ya tienen a alguien importante en sus vidas...¿y yo? Yo sigo aquí, aislándome del mundo, simplemente porque pienso que ellos no son suficientemente buenos para mí, tal vez porque tú dejaste el listón muy alto.