Yo, que escribo porque no soporto mi ruido.
Yo, que me resulta imposible mirar a otros ojos más de tres segundos porque me aterra ser descubierta, que no sé mentir, pero desconozco cuándo digo la verdad.
Yo, que soy tan minúscula como el punto de una i y prescindible como una exclamación de apertura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario