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miércoles, 2 de enero de 2019

Recuerdos de una noche

Una noche como otra cualquiera, estando tumbados en la cama me dijo una frase que había escuchado: "De qué herida has salido tú y por qué has tardado tanto en entrar en la mía".
No sé de qué era, ni tampoco sé por qué la recuerdo cuando hubo tantas otras cosas preciosas que me dijo, aquella noche y todas las demás.

Aquella frase me marcó, en ese momento quise decirle que toda yo era una herida y que sería muy difícil poder curar la suya. Al final no hizo falta, lo descubrió él mismo. Y se fue. Y la herida se hizo más grande y ya no hay quien pueda entrar si no es él.
Hay tantas cosas que quise decirle y no tuve tiempo, tantas cosas que quiero decirle y no me atrevo, y tantas cosas que querré decirle y no podré.

Tan sólo me queda escribir aquí cuando tengo valor para hacerlo, o cuando estoy tan destrozada que no encuentro otra manera de curarme.
La inspiración no siempre nace de las cosas bellas. Eso lo he aprendido con él. 

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